“Los cinco dedos separados son cinco unidades independientes. Ciérralos y el puño multiplica la fuerza. Esta es la organización” James Cash Penney.
Es importante y genera gran valor identificar la Gestión humana como un todo, como un macroproceso estratégico y transversal que permita gestionar las personas y el talento de una forma holística, en donde cada pieza de la organización se engrana para el resultado.
Por consiguiente, es significativo resaltar que no es solo hacer una vinculación de la persona en la organización, generarle retribución por su actividad realizada y visualizar su crecimiento y desempeño, sino cómo influye su contexto dentro de cada resultado, pues se debe entender el ser humano como un todo que no solo interactúa laboralmente, sino también desde lo personal y que es precisamente esta segunda esfera la que muestra gran influencia en la primera.
Por todo lo anterior es de gran relevancia el área de gestión humana, ya que una organización que no visualice como clave este proceso, puede fácilmente llegar a funcionar como islas, generar insatisfacciones y percepciones erradas de la organización, en donde el cumplimiento prime por encima de la persona; sin desconocer qué la motivación y las relaciones que pueden fortalecerse por este medio.
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Por consiguiente, hablar de gestión humana y los subprocesos que componen esta área, es hablar de la caracterización de estos y como impactar al individuo desde la percepción propia de vinculación en colectivo. Por ende, es preciso entender el contexto de desarrollo para la interacción en las organizaciones y es ahí entonces donde puede fallar el área de gestión humana, pues no visualiza adecuadamente la caracterización ajustada del individuo en contexto organizacional, en donde no solo se vive el día a día, sino que también se involucran emociones, dejando atrás su papel de generar estrategia más allá de procesos.
Ahora bien, también se debe estar preparado para afrontar este reto de tener un área que represente no solo los intereses de la organización, sino también los intereses de los empleados, pues se debe vivir en bilateralidad, ya que está pensada en generar estrategias ganadoras para cada parte, dado que cada una se complementa no solo desde el marco legal y estratégico, sino también desde ámbito emocional y personal.
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