En la actualidad la salud mental ha adquirido relevancia, especialmente por las consecuencias derivadas de la pandemia ocasionada por el Covid, a nivel personal, social, laboral, familiar en donde además del confinamiento al cual nos vimos sometidos para cuidarnos, cuidar a los demás y contribuir con los sistemas de salud locales y nacionales, tuvimos que vernos enfrentados a dramáticos cambios, inestabilidad laboral, económica, duelos de familiares, amigos, compañeros de trabajo que trascendieron debido al Virus.
Esto ha contribuido a un incremento del deterioro de la salud mental en las personas y profesionales de la salud, independientemente de su condición social, profesional, familiar, etc.
Asunto que se ha venido identificando con la paulatina normalización postpandémica, pudiendo así desde la interacción permitida y el retorno a la jornada laboral, evidenciar esta situación con los episodios e incluso trastornos mentales asociados a la bipolaridad, a la ansiedad, a la depresión, al estrés postraumático, a los duelos no resueltos.
Salud mental adecuada
Es importante tener claro que una salud mental adecuada, es una especie de rompecabezas conformado por piezas ambientales y genéticas que generan una menor o mayor predisposición a padecer alguna afectación mental
Así mismo también pueden construirse con el tiempo según el contexto económico, social, familiar, laboral y/o eventos traumáticos a los cuales las personas se vean enfrentadas.
No obstante, las personas tienen la capacidad de introspección, de adquirir y desarrollar recursos internos que le posibiliten contrarrestar desde sí mismo los primeros indicios de una posible desviación mental, con adecuadas estrategias de afrontamiento.
De igual manera los hábitos físicos y deportivos, las actividades mentales y de relajación que posibiliten estar en el aquí y el ahora, los hobbies que practique, el equilibrio entre las diferentes áreas de la vida, contribuyen a evitar su aparición
El escenario laboral
Sin embargo y en buena hora la resolución 2674, obliga a las empresas a hacer intervenciones psicológicas de las personas que lo requieran, previas evaluaciones de factores de riesgo psicosocial, y otras condiciones que evidencien la necesidad de hacerlo.
Si bien es cierto que la psicoterapia no es del ámbito laboral, esa atención temprana permite identificar, remitir y generar acciones tendientes al acompañamiento, la mitigación y la toma de decisiones en pro de la salud mental y muy especialmente con una invitación a trabajar desde la prevención y la promoción de la salud mental, para que no sea el espacio laboral el detonante de enfermedades mentales.
Invitación a complementar esta lectura con estos artículos