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El estrés laboral: estrategias de autogestión

El estrés es una problemática presente a lo largo de la vida. Esta situación genera reacciones emocionales, fisiológicas, cognitivas y conductuales, asociadas a factores de riesgo psicosocial. 

Por eso, es fundamental identificar, prevenir e intervenir a tiempo para evitar consecuencias negativas a futuro y afectaciones en la salud mental y física de los colaboradores. 

El estrés laboral, en particular, se considera un problema de salud ocupacional. Produce síntomas y reacciones que deben ser gestionados rápidamente, ya que pueden convertirse en riesgos importantes para la vida, seguridad e integridad de todos los miembros activos de una empresa. 

¿Qué es el estrés laboral? 

El estrés es una respuesta psicofisiológica ante demandas externas. Se manifiesta como una reacción frente a situaciones que generan ansiedad, y puede expresarse a nivel físico, mental y emocional. 

Existen dos tipos principales: 

Estrés agudo: de corta duración, pero intenso. 

Estrés crónico: persistente, con efectos prolongados en la salud. 

En el entorno laboral, el estrés se activa cuando las condiciones de trabajo generan tensión o malestar en el trabajador. Es ahí donde aparece el término síndrome de burnout, un estado de agotamiento prolongado que afecta la autoestima y la personalidad. Sus síntomas más comunes incluyen: 

  • Baja productividad 
  • Insomnio 
  • Depresión y ansiedad 
  • Desmotivación 
  • Cansancio físico y mental 

La prevención del burnout comienza por reconocer y transformar las condiciones laborales que lo causan. También es clave ofrecer un acompañamiento profesional adecuado. 

 

Causas comunes del estrés laboral 

  • Sobrecarga de tareas 
  • Desorganización en los procesos 
  • Falta de apoyo organizacional 
  • Liderazgos inadecuados 
  • Ambientes laborales tóxicos 

 

Estrategias para gestionar el estrés 

Gestionar el estrés no se trata de evitar los problemas, sino de fortalecer nuestras herramientas para afrontarlos. Estas son algunas estrategias efectivas: 

  1. Reconocer y gestionar emociones

Aprender a identificar nuestras emociones nos permite crear estrategias de afrontamiento más efectivas ante las adversidades. La inteligencia emocional es clave en este proceso. 

  1. Practicar técnicas de relajación

Existen muchas técnicas útiles, como: 

  • Respiración diafragmática 
  • Meditación 
  • Mindfulness 

Estas prácticas ayudan a calmar la mente y mejorar el estado emocional. 

  1. Realizar pausas activas

Durante la jornada laboral, es importante tomar breves descansos. Las pausas activas ayudan a prevenir el agotamiento y promueven la concentración. Son pequeños respiros que hacen una gran diferencia. 

  1. Adoptar hábitos saludables

Incorporar rutinas saludables puede reducir significativamente los niveles de estrés. Algunas recomendaciones son: 

Hacer actividad física con regularidad 

Dormir bien y cuidar la higiene del sueño 

Mantener una alimentación balanceada 

Evitar el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas 

  1. Buscar apoyo profesional

Cuando el estrés se vuelve difícil de manejar, lo mejor es acudir a un profesional en salud mental. Un psicólogo puede ayudar a identificar causas profundas, desarrollar resiliencia y aplicar tratamientos basados en evidencia, como la psicoterapia. 

 

Conclusión 

La implementación de estilos de vida saludables no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también impulsa el rendimiento, la productividad y las relaciones interpersonales dentro de las organizaciones. 

Las condiciones laborales estresantes no solo afectan la salud de los empleados, también aumentan los accidentes, el ausentismo, la rotación y los costos asociados a la salud. 

Contar con apoyo psicológico profesional puede marcar la diferencia. Los psicólogos poseen una formación especializada para ayudar a las personas a superar situaciones difíciles y fortalecer sus recursos emocionales.