Por: Laura María Vargas – Analista de selección.
Las nuevas tecnologías han tenido un gran impacto en nuestra sociedad, el ritmo de los cambios tecnológicos ha sido realmente acelerado, transformando nuestro futuro hacia un mundo digital. Estas tecnologías han impulsado el crecimiento y avance de todas las industrias y sectores empresariales, ofreciendo diversas oportunidades y servicios para mejorar la efectividad y agilizar los procesos, lo cual está directamente relacionado con la calidad de vida de los colaboradores.
El efecto de la tecnología en el área empresarial ha sido cada vez más importante, trayendo a la industria innovación y competitividad. La expansión de las redes de telecomunicaciones ha permitido ampliar el acceso a información y universalizar nuestra realidad, ha facilitado la comunicación a nivel mundial permitiendo más acercamientos a pesar de las distancias geográficas, lo cual ha traído enormes avances en la industria, brindando crecimiento económico, cultural y mayor innovación en la misma tecnología.
Por ende, es claro que esta influencia ha permeado el área del talento humano, trayéndonos nuevos métodos para realizar la selección del personal, puesto que para los candidatos es ahora más fácil la búsqueda, aplicación y contacto de nuevas vacantes, y para quienes se encargan de ejecutar la gestión, les ha permitido agilizar los procesos, pues se cuenta con plataformas informáticas que permiten publicar las vacantes, filtrar los candidatos, seleccionar y realizar los procesos de reclutamiento pertinentes.
A partir de estas nuevas formas de gestión, es donde se logra hacer la diferencia, suministrando el crecimiento integral de una organización, generándoles una experiencia mucho más significativa a los colaboradores y además reforzando la proactividad en los procesos.
Una de las más sonadas tecnologías que se está implementando en la selección del talento humano es el procesamiento de lenguaje natural (NLP), un programa de inteligencia artificial el cual permite reconocer información que no está estructurada (sentimientos, emociones) en información estructurada, arrojando indicadores y datos que nos permita saber si el candidato cumple o no con la vacante, sin necesidad de profundizar en su hoja de vida o realizar un filtro inicial profundo. Esto se hace por medio de tecnología inteligente que realiza la lectura de hojas de vida y selecciona información previamente estipulada o por el análisis de videos que permite el estudio no solo informático, sino también la identificación de emociones, niveles de ansiedad y hasta honestidad en las respuestas de los candidatos.
Por último, es importante entender que estas tecnologías no remplazan las labores del ser humano, simplemente transforma la ejecución de su trabajo, agilizando y perfeccionado la contratación del capital humano, por medio de una excelente mezcla entre lo mejor de la persona y lo mejor de los avances tecnológicos.