Constantemente como seres humanos nos encontramos en una búsqueda infinita y compleja acerca del conocimiento personal y del entorno que nos rodea; cada día representa una oportunidad para redescubrirnos, conocernos y potenciar las virtudes que encontramos desde nuestra individualidad, aquello que nos hace diferentes y que abanderamos orgullosamente de nuestro ser. De esta manera, vale la pena conocer e identificar cuál es mi sello personal como ser social y así mismo como integrante de una organización.
En la medida en que como seres humanos logramos tener un desarrollo personal, profesional y emocional, podemos identificar que aunque quisiéramos ser expertos en todas las áreas y conocimientos posibles, en la gran mayoría de los casos no es posible llevar esto acabo pues solemos especializarnos en alguna tarea, actividad o conocimiento en específico y es allí donde potenciamos nuestro saber, sin embargo, nuestro sello personal debe ir mucho más allá de un conocimiento técnico y saber hacer, este debería trascender al ser.
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Constantemente en procesos de selección y en conversaciones sociales con algunas personas suelo preguntarles cuál consideran que es su sello personal o factor diferenciador, a lo que, en la gran mayoría de los casos, después de un silencio pronunciado, son resaltadas aquellas habilidades técnicas o conocimientos sobre algún tema en específico y en muy pocas ocasiones se hace referencia a ese factor diferenciador desde el ser.
El sello personal puede ser caracterizado por esa capacidad de impregnarle un valor agregado a lo ya existente, transformándolo y dejando una huella personal en aquello con lo que pudiste interactuar. Cuestionamientos como ¿qué te apasiona en la vida? ¿dónde está tu corazón? ¿qué te hace diferente al resto de personas? Y ¿cómo crees que te recordarían en caso de faltar? Pueden ser de gran ayuda al momento de identificar tu sello personal.
Claramente, identificar el sello personal está directamente vinculado con el conocimiento que puedas tener de ti mismo, descubrir quién eres, cuáles son esas características que te hacen ser diferente y/o sobresalir en un entorno competitivo y posiblemente homogéneo en cuanto a conocimientos técnicos.
El intento por identificar nuestro sello personal nos lleva a una retadora invitación: conocernos conocer nuestra historia, limitaciones, habilidades, pasión, sueños y aquello que logra movilizar las fibras más profundas y delicadas de nuestro ser. Allí, cuando hayas encontrado la respuesta y conozcas tu sello personal, es donde debes apasionarte y potenciar aquello que te hace diferente a los demás, tu esencia, y es en ese momento donde seguramente encontrarás el éxito.
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Por: Karen Yepes