“Mirar es una cosa. Ver lo que se está mirando es otra. Entender lo que se ve, es aún otra. Llegar a aprender de lo que se entiende, es algo más. Pero llegar a actuar con base en lo que se ha aprendido, es todo lo que realmente importa”.
Winston Churchill
El interés de las organizaciones por seguir de cerca los riesgos a los que están expuestos tanto a nivel interno como externo, con un enfoque hacia las personas que allí laboran, ha logrado dar protagonismo a la relación salud trabajo con intervenciones no solo del problema, sino de la solución a los múltiples factores de accidentalidad y riesgo existentes, convirtiendo así en una prioridad la manera de gestionar la salud laboral.
Es por esto que el mismo Estado legisla para que en las empresas se generen procesos y sistemas de vigilancia que garanticen una adecuada identificación, evaluación, intervención, prevención y monitoreo de los factores psicosociales, como agente fundamental en el proceso salud, enfermedad, trabajo. En dicho asunto la manera como los empleados perciben la administración que la empresa hace de la Salud Ocupacional, de la prevención y gestión de accidentes, de la cultura de la seguridad existente, determina sus comportamientos de autocuidado y de seguridad.
De ahí que la Gestión de Riesgos es reconocida como una parte integral de las buenas prácticas gerenciales, consistiendo, la prevención de riesgos laborales en evitar situaciones que puedan ocasionar cualquier problema de salud o disconfort de los trabajadores a través de diferentes acciones que incluyen la gestión preventiva de los riesgos piscosociales, lo cual es complejo porque en ellos confluyen múltiples variables de gran incidencia como son los factores extra laborales y las características personales de cada empleado.
Frecuentemente los factores de riesgo psicosocial en el trabajo actúan durante largos periodos de tiempo, de forma continua o intermitente, de diferente naturaleza y complejidad, dado que no solo están conformados por diversas variables del entorno laboral sino que, además, intervienen las variables personales del trabajador como las actitudes, la motivación, las percepciones, las experiencias, la formación, las capacidades y los recursos personales y profesionales. La personalidad y la situación vital del trabajador influyen tanto en la percepción de la realidad como en la respuesta ante las distintas situaciones laborales. Por eso, ante cualquier problema laboral no todos los trabajadores lo afrontan del mismo modo, ya que las características propias de cada uno determinan la magnitud y naturaleza de sus reacciones y las consecuencias determinadas por las mismas.
Debido a esto, es tan importante su prevención enmarcados en la resolución 2646 de 2008 emitida por el Ministerio de la Protección Social, donde se exige la intervención del Riesgo Psicosocial como medida que garantice la salud y el bienestar de los trabajadores. El costo de su negligente intervención se manifiesta es ausentismo, pérdidas económicas, repetidos accidentes e incidentes laborales, clima laboral negativo, liderazgos poco productivos, conflictos con difícil solución y en el mayor de los casos perdidas de personal efectivo o de vidas humanas.
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