Por Claudia García.
Para hablar de cultura corporativa es preciso realizar la identificación de variables inmersas en dicho concepto, que brindan esencia y significado a la historia y trascender organizacional, logrando ubicarlas en un contexto de competitividad en las organizaciones. Por ende, es preciso nombrar los elementos a considerar y tener en cuenta en el proceso de cultura corporativa, como lo son:
La historia de la organización: hace parte de una construcción en el tiempo que va ganando significado en el proceder de la cultura, resaltando que se proyecta no solo el antes, sino como este forma parte del ahora y logra una caracterización en el actuar, las decisiones y la conciencia colectiva de la cultura corporativa.
Clima organizacional: Basado en dinámicas relacionales y establecidas en comportamientos y parámetros propios que generan una vinculación en colectivo, lo cual se va identificando en el contexto y medio organizacional por las posturas ejercidas de cada integrante, logrando no solo ver las realidades propias, sino también como estas influyen en el otro.
Comunicación organizacional: Realiza una asociación hacia la manera de comunicarse internamente dentro de la organización y como está a la vez influye en la cultura propia, por que denota un estilo de argumentación y apropiación de diferentes canales que dan cuenta de los manejos internos usados y adecuados a las necesidades puntuales.
Valores organizacionales: Parte de la premisa general de lo correcto y que guía el comportamiento humano, pero que evidentemente debe ser adaptado al componente intrínseco de la organización, lo cual sugiere una regulación de las relaciones sociales, intentando mantener unos parámetros que brinden permanencia a la cultura organizacional.
Estructura organizacional: Son aquellas posiciones que bridan un rol o identificación de funciones que suministran a su vez una clasificación de las tareas y una orientación hacia el comportamiento esperado por los integrantes en términos de parámetros y estándares.
Es preciso anotar que las variables expuestas anteriormente generan una vinculación y se entrelazan activamente las unas con las otras para dar respuesta a la esencia de la cultura corporativa, dando como resultado el sistema compartido de significado por el individuo en un medio o ambiente que exige una composición en el tiempo desde las posturas colectivas.
Por consiguiente, el ser humano siempre está en una constante identificación no solo de sí mismo, sino también de lo que proyecta y genera en el medio, haciendo alusión a que el otro le perciba como una parte integradora de significados, los cuales dan cabida a una construcción constante de ambientes y contextos, tal y como lo vemos en el ámbito laboral, en donde se parte de la base e historia para la consolidación de una cultura, pero también se genera constantemente una resignificación de esa base para integrar nuevos elementos y así contribuir a los parámetros que van a marcar la pauta de cultura corporativa.
Sin embargo, no se puede dejar de lado al momento de dar un vistazo al tema de cultura organizacional, el pensamiento que tienen los dirigentes o dueños de las compañías hacia el personal que por excelencia los debe acompañar en su recorrido de crecimiento, pero no me refiero a la experticia o conocimiento en temas puntuales, sino que teniendo en cuenta esa historia, la comunicación emitida, los valores anotados y el relacionamiento que se vive internamente, se debe evidenciar una sincronicidad con cada uno de los procesos, que muestre una reciprocidad en la vinculación de cada integrante, en donde este no solo genere adaptación cultural, sino que ayude a la transformación propia de la organización.
Para concluir y no menos importante, se debe resaltar que cada componente organizacional permite una composición significativa en cada uno de los actores vinculados con las organizaciones y como estos aportan desde su posición individual una construcción colectiva que brinda de cierta forma el AND corporativo.
Bibliografía
Anzola M, O. L. (1999). Caracterización de la cultura corporativa. Revista Sotavento, 30-44.
