Este tema surge a partir de la reciente experiencia de los cambios generados por la pandemia del Covid-19, que nos obligó a trasladar nuestro trabajo a nuestro lugar de residencia familiar, así de una manera intempestiva nos vimos avocados a conciliar en el mismo lugar familia, trabajo, (vida social), vida personal y todo aquello que lográbamos desarrollar en otros espacios y llegar a nuestro hogar a disfrutar del hogar en toda su grandeza.

Es así como esta transición nos enfrenta a una situación en donde debemos seguir respondiendo por unos resultados, por unos indicadores, y por un compromiso con una empresa que continua con sus obligaciones laborales.

Pero de manera simultánea nos enfrentamos a las labores del hogar, en donde quizás teníamos a alguien que nos ayudara y ese alguien al igual que los demás, debe guardar una cuarentena, lo que implica que hay que conjugar de manera compartida dos importantes responsabilidades, responder por el trabajo y responder por el rol de papá, mamá, hermano, hijo, pareja en fin depende de con quien sea la convivencia. 

Esto significa que hay que sacar tiempo mínimamente para la preparación de los alimentos y lo que antes significaba compartir un almuerzo con los compañeros de trabajo, el cual ya se llevaba preparado por cada uno o por la persona con la que se conviva, esto sin hablar que haya bebés, porque ahí se necesita invertir más tiempo de «destinación laboral”, porque el bebé no se puede dejar llorar ni por hambre, ni por cambio de pañal, ni por acompañarle en su juego.

Por tanto, si no hay una clara organización, esta puede ser una experiencia altamente estresante, pero si lo hacemos y hay una administración del tiempo de manera acertada, pueden fluir y responder por todo. Así las cosas, hay varios aspectos a implementar:

Generar acuerdos

Esto implica hacer negociaciones con quienes vivimos y delimitar los tiempos y muy especialmente respetarlos, esto significa que si el horario laboral es de 8:00 a.m. a 12:30 p.m., es porque en ese espacio la dedicación es al trabajo para lo cual se deben negociar tiempos para el cuidado de los niños, o madrugar un poco más, para dejar los alimentos preparados o bien avanzado que cuando suspenda, sea solo de unos minutos ponerlos a punto.  Y si se retoma a la 1:30 – 2:00 p.m.,  es porque ya lo familiar está resuelto hasta la hora de salida, porque mínimamente e hay una ganancia de desplazamiento y eso va en beneficio de la familia o de quienes con los que se convive.

Pero también significa que en el espacio familiar no se van a resolver asuntos laborales, dado que el ejemplo es fundamental y el no mezclar el entorno si quiero que me respeten el espacio de trabajo es respetar los tiempos de convivencia con la familia.

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Delimitar un espacio

No importa el tamaño, puede ser muy pequeño, pero da la privacidad o sensación de privacidad para separar actividades, espacios y conversaciones que pueden interferir con los resultados que necesitamos obtener en ambos ámbitos.

 Esto sugiere que al no estar allí sentados es porque se terminó el trabajo y hay lugar al diálogo familiar, al juego, a la tertulia, a la película, etc, etc.

Agenda

De igual manera e independiente del sitio de trabajo la agenda es una herramienta fundamental que posibilita vislumbrar las actividades y compromisos que se tienen en el día a día, en este caso os compromisos son todos, familiares, personales y así tener claro el panorama, el cual además debe estar priorizad para una mejor administración del tiempo.

Método de trabajo:

La revisión y ajuste de los métodos de trabajo es trascendental en aras de tener un adecuado manejo del tiempo y de los entregables que se esperan de acuerdo con el rol asumido y a los compromisos adquiridos

Este es un humilde aporte a una revisión de estos aspectos que permitan conciliar de manera exitosa los diferentes roles simultáneos que debemos asumir hoy producto de esta situación de cuarentena decretada para nuestro bien, el de nuestras familias y de la comunidad en general.

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