Elaborado por: Doris Arango V.
Psicóloga especialista en Psicología Organizacional
Neurocoach en formación.
Uno de los retos por los cuales atraviesan las empresas y las áreas de Gestión Humana, de acuerdo a las características generacionales de su población, es justamente hacer del sitio de trabajo, un lugar cuyas prácticas, procedimientos, políticas, decisiones y cultura propendan por brindar posibilidades para que sus empleados puedan tener un equilibrio entre su vida laboral y personal con lo que esta última esta involucra: el aspecto profesional, familiar, social, además del ciclo evolutivo de las personas con los intereses y motivaciones propias de cada etapa evolutiva de la vida.
Esto implica que la empresa en su ADN, tenga prácticas humanas que entiendan que ese ser humano que presta los servicios en la empresa, además de empleado asume varios roles en su vida personal, que ocupan un lugar tan importante como el de su actividad laboral, como es por ejemplo ser espos@, amig@, novi@, padre, madre, hij@, hermano@, profesional, y que a su vez estos demandan su atención, energía y tiempo.
Por lo tanto si las decisiones Gerenciales y Administrativas, humanizan las políticas, reglamentos y generan flexibilidad en su actuar, (lo que no significa acceder a nada que atente contra los objetivos empresariales), y permean la cultura organizacional, la resultante será un personal motivado, comprometido y con salud mental, en tanto puede articular una dinámica armónica en su vida.
Esto a su vez significa que es necesario generar acercamientos con los empleados, para identificar oportunidades de mejora en su quehacer laboral, que pueden ser causales de sobrecarga, por sus estrategias de afrontamiento, por su personalidad, por inadecuada gestión del tiempo, entre otras causas, y generar planes de acción y programas concretos que ayuden al desarrollo de dichas habilidades y de esta manera contribuir al equilibrio de la vida laboral y personal.