Humildad, aprendizaje y crecimiento
Esta secuencia de palabras aparentemente desprevenidas, se articulan de una manera prodigiosa cuando un ser humano desea pasar a un siguiente nivel, denotando avance, crecimiento y poder llegar a una mejor versión de sí mismo.
Para ampliar este postulado, iniciaremos por la definición de lo que significa humildad de acuerdo con esta posición encontrada en https://www.significados.com/humildad/,que define la Humildad como un valor, que es diferente a dejarse humillar dado que no se renuncia a la propia dignidad, ni tampoco depende de la posición social o económica de una persona, sino de la esencia humana que permite reconocer la dignidad en sí mismo y en los demás, con un nivel alto de conciencia de sus propias oportunidades de mejora y limitaciones, actuando en consecuencia por tanto, es el antónimo de la soberbia.
Es así como de la humildad posibilita aceptar las equivocaciones, reconocer la cuota de responsabilidad que se tiene en los resultados obtenidos frente a un quehacer, pudiendo gracias al autoanálisis de lo que se dijo o se hizo, o por el contrario lo que se dejó de hacer o de decir, que se logra identificar esos puntos erráticos, para con ello generar aprendizajes.
Estos aprendizajes generados de la experiencia propia son valiosos, en la medida que amplían el nivel de conciencia frente a los aspectos por mejorar, fortalecer o eliminar si queremos otros resultados diferentes y positivos.
Limitante del autoaprendizaje
La soberbia se convierte en una barrera que limita el autoaprendizaje, en la medida que impide que reconozcamos nuestros errores y que alimentemos la creencia que es el otro quien no valora, o no hizo, o no dijo, obstaculizando así la posibilidad que tenemos de conectarnos con nuestros recursos internos, con el infinito numero de posibilidades y oportunidades de anticiparnos a los resultados, hacer los correctivos oportunamente y actuar de manera proactiva, para que los resultados obtenidos sean los deseados.
Esto lleva a un empoderamiento de los resultados, con la certeza que dependen de cada uno, no del azar, no del mundo, ya que siempre tendremos la opción de ser protagonistas de nuestra propia vida.
Crecimiento a partir del error
Es así, como la humildad es el principal componente del aprendizaje, en la medida que permitirá ver y abrazar el error como un maestro de vida, darse cuenta y hacerse cargo de las acciones nuevas, de lo que no debe volver a repetirse y es de esta manera es que se pasa a un siguiente nivel de conciencia, que lleva a comportamientos diferentes, a tomar decisiones de manera oportuna y acertada, producto del aprendizaje obtenido de los desaciertos generando primero crecimiento personal porque es el ser el que se convierte en el gran ganador, lo cual se verá reflejado en el crecimiento profesional con una praxis de alto nivel.