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La evaluación de desempeño como un proceso humanizado

La evaluacion de desempeño como un proceso humanizado

Por: Mónica Mejía
Coordinadora de Selección de Recurso Humano Positivo

La evaluación de desempeño es un proceso importante que tienen las organizaciones para medir el rendimiento de los colaboradores, con el fin de obtener mayor competitividad y productividad para la empresa, alcanzando la rentabilidad y buscando estrategias que permitan aprovechar al máximo las capacidades que posee el personal que labora en ellas.

Por ende, el objetivo organizacional puede resumirse en la búsqueda permanente de coincidencias entre los intereses del talento humano y los intereses de la compañía para el mejor desarrollo de la organización a la cual están integrados, sin olvidar el contexto social en el cual se desenvuelven.

Ahora bien, no se puede hablar de evaluar el desempeño sin tener claridad de los parámetros humanos que permiten dicho recurso, es decir lograr una movilización del ser en el hacer, en donde se vean también inmersos procesos humanos y de resignificación laboral, incluyendo no solo el resultado, si no la emoción que produce ese resultado en la organización y en los colaboradores.

Por lo anterior, es preciso anotar que la humanización y la configuración del proceso deja ver el resultado no como algo planteado por la teoría de las máquinas en su momento, sino más bien como una interacción de esfuerzos no solo físicos sino emocionales, buscando un sobresalto en el desarrollo puntual de las actividades.

Por lo tanto se subraya las características extrínsecas que brotan del proceso como tal que le permite a los colaboradores emerger y especializar su hacer, como lo es el mejoramiento del proceso en desarrollo o la restructuración de este de acuerdo a unos resultados específicos, pero sin olvidar que dichas características extrínsecas brindan un resultado intrínseco, en donde la emoción del buen resultado y el deber cumplido deja huellas internas para continuar ejerciendo adecuadamente una labor.

Por consiguiente, es ahí, cuando las organizaciones deben reconocer que este paso importante de resultados deja ver emociones en los otros, en donde se humaniza el proceso sin perder objetividad en el mismo, pero brindando la oportunidad de concebir procesos internos que remueven satisfacción y confianza en cada uno de los colaboradores.