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La inteligencia emocional y el neuroliderazgo

«El liderazgo emocional consiste en aprender a soportar lo que no podemos evitar, influir sobre el tiempo en que una emoción se mantiene activa y crear estados de la mente capaces de mejorar nuestra vida”.
Braidot

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¿Qué son las emociones?

Son una respuesta que informa acerca de situaciones reales o no a las cuales se les agrega un componente afectivo, que es generado por estímulos físicos- agrado o desagrado, mentales recuerdos, experiencias previas y externos situaciones del entorno Las emociones son el componente estratégico para un proceso de toma de decisiones efectivo. Es decir, con las emociones estamos procesando la percepción intuitiva, los niveles sensoriales de la información y el estado emocional de las situaciones.

El equilibrio entre la sensación y la razón conducen a mayor certeza en el proceso decisional.

Las emociones negativas y el estrés bloquean el flujo de información de la corteza prefrontal, lo cual impide que se dé un procesamiento de información completo, por ende el proceso de toma de decisiones corre riesgos.

Neuroliderazgo de las emociones

¿Cómo el pensamiento influye en la inteligencia emocional? la corteza permite tener sentimientos sobre los sentimientos, favorece el tener discernimiento para analizar el por qué se siente de cierta manera y actuar, por ende, escuchar con todos los sentidos y acompañar de la razón para comprender y tener momentos de entendimiento desde los hechos y los sentimientos a las personas, es fundamental en el liderazgo de equipos de trabajo.

Aplicaciones

Las neuronas espejo, la inteligencia emocional para ponernos en el lugar del otro y el neuroliderazgo tienen una correlación estratégica para la conducción de equipos de trabajo y organizaciones. Esto nos explica cómo se aprende, cómo se desarrolla la inteligencia colectiva y cómo los patrones culturales de una compañía se convierten en los elementos esenciales de esta y están arraigados en el ADN de la empresa y modificarlos sería un proceso de reimprontar en el cerebro organizacional.

En la medida en que el líder comprenda la naturaleza psicológica del cerebro y la manera en que predispone a la gente a resistirse a ciertas formas de liderar y a aceptar otras, se cambia el observador y se comienza a dar un giro desde el conocimiento y la razón.

El neuroliderazgo exitoso radica en propiciar la formación de caminos neurales amplios, volverlos dominantes y potenciarlos en pro de la excelencia, dando seguridad, creando escenarios de densidad de atención, propiciando esquemas diferentes para que la memoria de trabajo se fije de manera diferente y se regule el proceso de adaptación al cambio.

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