El impacto que la población colaboradora ha tenido en asuntos de salud mental entre los años 2020 y 2022 refleja un fenómeno organizacional particular donde la combinación de factores psicosociales representar un impacto para las organizaciones en términos de intervención secundaria y terciaria ya que los efectos se hacen presente incluso cuando las empresas apenas se estaba acercando a una intervención basada en la prevención, en decir no sé habían terminado de ocupar de los asuntos de sensibilización en salud mental ,políticas y directrices cuando casi de inmediato tenían que intervenir poblaciones con antecedentes y proliferaciones de patologías con presencia significativa de crisis de ansiedad , estrés postraumáticos , mal manejo de duelo, dificultades de adaptación y sumado a esto los cambios empresariales la dinámica economía del país y los desafíos propios del negocio que se han convertido para muchas empresas en asunto del día a día para sobrevivir en que mercado cargado de incertidumbre.
Cuando desde la consultoría decimos que la intervención de salud mental y riesgo psicosocial va más allá de la norma, nos referimos a qué se requiere ser empáticos con el contexto actual de los colaboradores que acompañan la meta, sin descuidar el análisis que se debe hacer del individuo y todo lo que lo atraviesa; entonces el liderazgo y la visión Integral del individuo empieza pilar de intervención e incluso representa un reto para las organizaciones sobre todo en el hecho de trascender a ser organizaciones saludables y positivas, esquema poco conocido y aplicado en la región donde nos hemos volcado a un asunto de productividad meramente cuantitativo y estratégico lejos de la visual integral con la que pretendo podamos cuestionarnos a partir de este artículo.
¿Cómo relaciono la salud mental con la gestión de procesos?
Está pregunta es muy frecuente en los líderes de procesos especialmente en los que no han tenido un acercamiento en asuntos de riesgo psicosocial y salud mental
Y la respuesta tiene un fundamento básico y siempre nos lleva incluso a devolver la pregunta.
¿quién asume los cambios en una empresa, La máquina o quién la ópera? Basados en esto, ¿quién hace las modificaciones y metodologías en un proceso? Parece obvia la respuesta, pero muchos lideres desconocen lo que acarrea un cambio operacional, incluso desconocen las posibilidades de que ese ser humano que interviene en ese proceso productivo, logístico o de mantenimiento puede estar atravesando un duelo o una patología incluso desconocida para el que puede ser difícil reconoce en su cuerpo.
La clave para asegurar que los procesos no se conviertan en riesgo psicosociales desde un enfoque primario es sencillo, podríamos por empezar a hacernos estás preguntas:
- cómo y cuando comunico?
- estoy entregando las herramientas suficientes y eficaces para el nuevo objetivo?
- en caso de tener la polivalencia cómo estrategia dentro del negocio, la hago de forma responsable?
- El líder del proceso tiene un visual Integral de los riesgos psicosociales?
Los cuestionamientos nos permiten navegar en nuestro interior, incluso es un gran ejerció de introspección, asumir que nos falta trabajar en asuntos de salud mental no debería significar para las empresas colombianas un desacierto, sino más bien una oportunidad para aprender y desaprender acerca de un tema que es y será siendo objeto de análisis e intervención no solo por lo que hemos atravesado como humanidad sino también desde un enfoque de conciencia que nos permita comprender la razón detrás de la conducta.