Para dar inicio es importante conocer la definición de salud mental existente en Colombia, según la Ley 1616 de 2003, la cual define la salud mental como “un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad”.
Desde estos criterios se observa un concepto integrador que contempla al individuo, a la comunidad, manifestando en sus comportamientos su capital mental, emocional y cognitivo en la cotidianidad de la vida, laboral, social, relacional y de contribución de una manera adaptativa al mundo en el cual se vive.
De otro lado, al hablar de pandemia de Covid-19 o Coronavirus, originada por el virus SARS-Cov-2 se hace referencia a la enfermedad epidémica extendida a casi todos los países del mundo, con altos índices de mortalidad producto del rápido contagio entre los humanos.
La velocidad de dicha propagación del virus obligó a los gobiernos a generar medidas de confinamiento riguroso, para garantizar aislamiento y con ello proteger los sistemas y recursos de salud para una cobertura mayor a quienes lo requirieran, es así como de la noche a la mañana, nos vimos en las viviendas sin poder salir, asumiendo el trabajo desde casa con los recursos existentes en el hogar y compartidos por los demás miembros de la familia que a su vez también debían seguir la vida laboral.
Este abrupto cambio que se prolongó por muchos meses, con las condiciones de aislamiento sostenidas, con la incertidumbre laboral generada del deterioro empresarial que paulatinamente obligaba a cerrar empresas y por ende a liquidar a sus empleados, el aislamiento social que nos llevó a relacionarnos con las personas con las cuales convivíamos, sin poder visitar padres, hermanos, abuelos, amigos, etc.
Salud- enfermedad Mental
Es así como se pudieron ir configurando episodios o trastornos mentales en las personas, cuyas características o enfoque estuvieron centrados en la dificultad, en las limitaciones, en el confinamiento, y la imposibilidad de acompañar la partida de amigos y familiares sumiéndose en emociones como tristeza sin control, las cuales pudieron ir configurándose en depresión, ansiedad, pánico etc, que al prolongarse en el tiempo se arraigaron generando posibles enfermedades mentales.
Ahora sin que haya desaparecido el riesgo, las condiciones han cambiado nos vemos enfrentados a nuevas realidades, a los cambios que llegaron con la pandemia y se instauraron, porque no todo es completamente malo. ¿Pero nuestra capacidad de adaptarnos, ser flexibles cómo está? ¿Seguimos añorando un pasado que ya no vuelve? ¿Qué habilidades desarrollé en este tiempo? ¿Qué versión de mí es la de la postpandemia?
Estas son preguntas con las que podemos conectarnos con nuestro nuevo yo y a partir de ahí con los recursos nuevos adquiridos y desarrollados en la “Bendita Cuarentena”, como bien la nombra el Coach William Fernando Sanchez, siendo este enfoque una invitación a contemplar las posibilidades de mirar le vida con lente diferente, haciendo uso del Libre Albedrío al cuan tenemos derecho y trabajando por la salud mental.
