Por: Valeria León Rodríguez
Este articulo nace del proceso de adaptación que he tenido durante el último mes no solo a un nuevo trabajo sino también a una nueva ciudad.
Cuando llegamos a un nuevo trabajo muchos sentimientos nos invaden, ya que nos encontramos con un mundo totalmente diferente al que conocíamos y estos sentimientos pueden ser aún más intensos si este nuevo trabajo es una nueva ciudad. La ansiedad y el miedo por lo que no conocemos nos puede invadir, el hacer actividades cotidianas como el llegar a nuestro lugar de trabajo o hacer compras se convierte en un reto, debes aprender a usar el transporte público, leer direcciones, las normas sociales y su vocabulario porque, aunque hablemos un mismo idioma los gentilicios que se utiliza pueden ser completamente nuevos.
Te encuentras que para poder tener éxito en esta nueva vida que tienes y sobre todo en tu trabajo debes tener un proceso de cambios y ajustes continuos, lo que llamamos adaptación al cambio; hay que tener en cuenta que este proceso no es igual para todos, algunos podrán tener resistencia a esto por su personalidad o por sus creencias sociales, por lo cual les tomará más tiempo que a otros lograrlo.
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Para hacer esta adaptación debemos abrirnos a conocer nuestro entorno, nuestro equipo, la cultura de la empresa y las normas internas que se tengan, aprovechar los recursos de inducción y capacitación que nos ofrezcan, identificar nuestras fortalezas para desempeñar el cargo para el que fuimos contratados y revisar que aportes podemos dar, así mismo reconocer las cosas que nos estén generando dificultad para generar herramientas que nos ayuden a solucionar dichas dificultades.
Teniendo claro cual es la misión de nuestro cargo y las herramientas que tenemos para ejecutarlo debemos organizarlo de la manera más efectiva para nosotros, aunque somos nosotros los que nos estamos adaptando a un nuevo trabajo no podemos dejar a un lado nuestras estrategias y recursos propios que nos han generado éxito anteriormente, es decir, buscar un equilibrio entre lo que conocíamos y lo que estamos conociendo.
Recomendaciones para facilitar el proceso de adaptación
- Realizar un cuidadoso proceso de selección: si bien cuando estamos en la búsqueda de un nuevo empleo estamos abierto a las ofertas que nos llega, es nuestra responsabilidad informarse e investigar sobre la empresa a la que podríamos entrar a trabajar, esperando que está cumpla con nuestras expectativas.
- Aprovechar y buscar inducción y capacitaciones que veamos necesarios para garantizar nuestro buen desempeño.
- Tener una comunicación asertiva, clara y transparente con su jefe inmediato y su equipo de trabajo.
- Identificar compañeros de su equipo de trabajo que lo acompañen en su proceso de adaptación.
Recomendaciones para las empresas
- Proceso de selección del personal: se debe hacer un proceso, no solo teniendo en cuenta el perfil del cargo y manual de funciones, sino también las competencias, sin dejar de lado, las necesidades, expectativas, características y metas del trabajador, además de las características de la organización, de quién va a ser el jefe inmediato y el equipo que va a tener.
- Inducción: esta debe ser completa, incluyendo información de la organización como su historia, misión, visión, políticas, valores, reglamento interno, etc. Debe haber un entrenamiento en el cargo mostrando y entregado manuales de funciones, formatos y manuales de procedimientos. Y además se debe presentar a su jefe, su equipo de trabajo y a las personas de otros equipos con las que va a tener contacto frecuentemente.
- Generar ambientes de sana convivencia y respeto donde su principal herramienta sea la comunicación efectiva entre los equipos, los trabajadores conozcan sus derechos y deberes y puedan seguir un conducto regular.
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Para concluir recordemos que, aunque este proceso no sea fácil para todos, debemos abrirnos a conocer nuestro entorno e identificar nuestras fortalezas que nos ayudarán a lograr esta adaptación con el fin de garantizar un buen rendimiento y nuestra satisfacción laboral.