Objetivo
El objetivo de este artículo es sensibilizar al lector hacia una mirada real de lo que representa un equipo de alto desempeño, más allá de una idea moderna y persistente en las organizaciones actuales y con enfoque positivo.
Contexto
Primero que nada, es importante definir de manera práctica y precisa qué es un equipo de alto desempeño, a continuación, algunas definiciones:
“Se denomina Equipo de Alto Desempeño (EAD) a un grupo de individuos dentro de una organización que tienen objetivos claros, conocen los pasos para lograrlos y obtienen resultados positivos, que pueden ser sostenidos en el tiempo. Pueden estar especializados en un área específica de trabajo o asumir retos nuevos para descifrar conflictos con los que antes las organizaciones no se habían topado.” (tomado del blog eclass: https://blog.eclass.com/que-es-un-equipo-de-alto-desempeno)
“En esta línea, podemos definir los EAD como equipos donde existe confianza absoluta entre sus integrantes, donde los roles de cada uno están fijados, pero son flexibles al mismo tiempo y les une un compromiso que les conduce a involucrarse hacia el logro del objetivo compartido. En síntesis, los miembros de los equipos de alto desempeño aúnan sus fortalezas en beneficio del grupo y ello se traduce en la obtención de resultados más altos de los previstos.” (tomado del blog pymerang: https://www.pymerang.com/direccion-de-negocios/funciones-del-director-general/desarrolla-talento/desarrolla-equipos/364-equipos-de-alto-desempeno)
“Los equipos de alto desempeño se diferencian de los grupos de trabajo, por su nivel de desarrollo. Además, poseen resultados distintos de los grupos de trabajo, caracterizándose porque nunca se conforman con ellos. Emplean procesos específicos para la realización de sus tareas, desarrollan cierto tipo de sentimientos entre sus miembros y logran niveles especiales de consistencia e intensidad.” (tomado de blog gestiopolis: https://www.gestiopolis.com/equipos-de-alto-desempeno-en-las-organizaciones/)
Generalidades
La idea resonante de equipos de alto desempeño viene en auge desde hace algunos meses, incluso años, para diferentes organizaciones en nuestro contexto, sin embargo, en muchas de ellas esta idea se ha quedado corta frente a la implementación misma y el cambio de la realidad organizacional para muchas de las que intentan llevarla a cabo.
Los equipos de alto desempeño son más que meramente un discurso bien montado y hasta expresado por parte de los líderes aparentemente positivos con los que cuenta la organización y las diferentes áreas. Los equipos de alto desempeño están dirigidos por personas que actúan desde el altruismo, el servicio y despojan el egoísmo, el deseo de reconocimiento y la individualidad. El liderazgo, para esta idea de equipo, termina siendo un factor completamente determinante y decisivo en su implementación, desarrollo y ejecución.
Es así, como un liderazgo definido puede enmarcar el éxito de un equipo de alto desempeño, o, por el contrario, imposibilitar toda idea de este.
Los equipos de alto desempeño, más allá de las teorías técnicas que los definen, están conformados por personas con habilidades emocionales específicas y que implican en el buen desarrollo de cada uno los rasgos que los componen.
- Altruismo: se puede definir como la tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio, cualidad que, a perspectiva personal, es inalienable a los EAD, entendiendo el propósito conjunto y común como objeto que prima sobre cada uno de los personales, no dejando de lado estos últimos, sino comprendiéndolos y articulándolos de manera estratégica a ese propósito o meta común que se tiene como equipo.
- Servicio: enfocado al trabajo o la actividad que, especialmente se hace para otra persona, el EAD enfoca su esfuerzo en el beneficio común, en el pensamiento colectivo y en las acciones y reacciones desde este enfoque; en la disposición misma para entender al otro como una extensión de mi mismo (en esa perspectiva de equipo) y desarrollar cada una de las acciones en función de ese pensamiento.
Conclusiones
A pesar de la tecnicidad y los buenos discursos por parte de líderes aparentemente humanos positivos dentro de las organizaciones para ideas modernas como los “equipos de alto desempeño”, es más importante aún la acción misma desde las habilidades emocionales específicas que garanticen el correcto funcionamiento y constante formación de los EAD, para no desvirtuar dicha cualificación desde la cotidianidad y el desarrollo de las funciones diarias de estos.
La importancia y vitalidad de la formación constante del líder desde el ser y desde sus acciones y reacciones son trascendentales para pasar de grupos de trabajo a equipos de alto desempeño.
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