La vida tiene una inagotable fuente de situaciones que nos ponen a prueba permanentemente desde la cotidianidad del día a día, o con imprevistos ocasionales, o con circunstancias que aparentemente percibimos que desbordan nuestra capacidad de respuesta, y limitan las posibilidades de actuación.
Es así como la resiliencia, entendida como esa capacidad de fortalecimiento aún en la adversidad que posibilita no solo sortear las cosas de una manera positiva y constructiva, sino salir fortalecidos, es una posibilidad que tenemos todos los seres humanos de afrontar las situaciones.
Obviamente esto implica un trabajo interior para conectarse con la fuerza interna, con esos recursos propios que a veces no somos conscientes que tenemos y que están a nuestra disposición clamando por ser usados a nuestro favor. Es un redescubrir las potencialidades en un ejercicio diario que nos permita empezar a extraer lo positivo de aquello que vivimos, para lo cual el diálogo interior es fundamental.
Esto implica revisar las palabras que nos decimos, así como la calidad y tipo de pensamiento que tenemos y si nos están aportando a la acción, o por el contrario nos lleva a la parálisis por el miedo que nos infunde. Es estar atentos a la actitud que tenemos frente a aquello que nos pasa, qué tanto asumimos la cuota de responsabilidad en los resultados, o por el contrario el responsable es el mundo, el jefe, el compañero de trabajo, la pareja, etc.
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Porque cuando creemos que la responsabilidad está afuera de nosotros, difícilmente podremos medir nuestras fuerzas, porque la posición de víctima no nos deja avanzar, y en esto nos perdemos de los aprendizajes que nos deja el enfrentar las cosas de manera consciente, así como el crecimiento que nos permite reconocer que tenemos y desarrollamos fortalezas para afrontar situaciones similares o quizás diferentes, pero que nos van a encontrar en un nivel superior, en la medida que ya no seremos los mismos, sino una versión mejorada de nosotros mismos.
Por esta razón es que la resiliencia y la reinvención van muy de la mano, en la medida que, al fortalecernos dentro de la adversidad, pasamos aún siguiente nivel con una mirada nueva, con gratitud en el corazón, con herramientas nuevas y todo lo que implica dejar de ser y desaprender, para darle paso a lo nuevo y poderoso.
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