La decisión de otorgar un ascenso es un momento crucial en la vida de una organización. No solo fortalece la fidelización del talento al brindar oportunidades de crecimiento, sino que también permite retener el conocimiento y la experiencia dentro de la empresa.
Sin embargo, cuando se promueve a alguien sin una adecuada valoración de potencial y desempeño, las consecuencias pueden ser significativas, afectando tanto al colaborador como a la organización en su conjunto.
Efectos personales de un ascenso sin valoración
- Impacto en la salud mental y física
Asumir un rol sin la preparación adecuada puede generar altos niveles de estrés y ansiedad. La presión por cumplir nuevas responsabilidades, sin contar con las habilidades necesarias, puede derivar en problemas como:
- Insomnio.
- Dolores de cabeza.
- Problemas digestivos.
- Enfermedades relacionadas con el estrés.
En consecuencia, el bienestar integral del colaborador se ve comprometido.
- Disminución de la autoconfianza
Cuando un trabajador no logra cumplir con las expectativas de su nuevo rol, puede empezar a dudar de sus capacidades. Esta pérdida de confianza impacta tanto en su desempeño laboral como en su autoestima personal.
- Erosión de las relaciones profesionales
El bajo rendimiento en un cargo de mayor responsabilidad puede generar tensiones con colegas y afectar la dinámica de los equipos. Además, la inseguridad puede llevar al colaborador a aislarse y evitar la colaboración, lo que refuerza la sensación de soledad y desmotivación.
Efectos organizacionales de ascender sin evaluar el potencial
- Desempeño deficiente y menor productividad
Un colaborador no preparado puede comprometer tareas críticas y afectar la eficiencia operativa. En áreas sensibles como finanzas, ingeniería o control de calidad, los errores se vuelven especialmente riesgosos.
- Desmotivación y rotación del talento
Si los ascensos no se basan en el mérito, la percepción de injusticia afecta a todo el equipo. Esto genera desmotivación, fuga de talento y altos índices de rotación, lo que incrementa costos y debilita el conocimiento institucional.
- Deterioro de la cultura organizacional
La falta de transparencia en los ascensos puede generar una cultura de inequidad y favoritismo. Esto erosiona la confianza en la dirección, disminuye el compromiso y debilita la lealtad hacia la empresa.
- Sobrecarga en formación y desarrollo
Cuando se intenta “corregir” con capacitaciones aceleradas lo que no se evaluó antes, el aprendizaje resulta superficial y poco efectivo. La valoración de potencial permite identificar brechas y planificar un desarrollo alineado con las verdaderas necesidades del rol.
- Riesgos en la toma de decisiones
Un ascenso mal gestionado puede llevar a que personas sin preparación tomen decisiones equivocadas, comprometiendo la innovación, el crecimiento y la estrategia de la organización.
Conclusión
Ascender a un colaborador sin evaluar su potencial y desempeño previo es un riesgo que ninguna organización debería asumir.
Al priorizar procesos de evaluación objetivos, planes de desarrollo continuo y una cultura de meritocracia, las empresas pueden:
- Garantizar ascensos justos y estratégicos.
- Optimizar la productividad y el compromiso.
- Promover un crecimiento sostenible y saludable.
En Rh Positivo te ayudamos a identificar, evaluar y potenciar el talento de tu equipo para garantizar ascensos estratégicos, justos y sostenibles.
No dejes que una decisión mal planificada afecte la productividad o la cultura de tu organización.
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