Como bien sabemos, las emociones hacen parte inherente de nuestra supervivencia, pues son ellas quienes nos brindan ese instinto de conservación o adaptación como en su momento lo argumento Darwin, pues nos ofrecen capacidad de acoplarnos o emitir una conducta apropiada de acuerdo con el contexto.

Por lo anterior, es de relevancia brindarle una mirada a como las emociones juegan un papel importante en el proceso de selección, pues como bien sabemos es un proceso en doble vía, donde no solo es preciso observar dichas emociones emitidas por el evaluado, sino también por el evaluador, ya que es este quien propicia un ambiente favorable o desfavorable, que posteriormente brinda influencia en el proceso de selección.

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Es ahí entonces, en ese primer momento o encuentro, en donde se debe entender que la postura o rol del evaluador es fundamental para brindar un contexto que deje ver las emociones ocasionadas por el evaluado en el proceso de selección, entendiendo que hay una expectativa, que viene acompañada de tristeza, incertidumbre, alegría y ansiedad por un resultado favorable. Por ende, es fundamental que se maneje además de asertividad una buena técnica de rapport buscando más que una adhesión a un cargo, una persona que pueda aflorar su esencia y deje ver más allá de unas competencias, lo cual a su vez brinda una mirada a la adhesión que puedo yo estar buscando para la cultura organizacional requerida.

Ahora bien, no se debe desconocer que, del otro lado, en donde se encuentra el evaluador también existen emociones de expectativa frente al éxito de su proceso, pero es ahí donde está la clave para suministrar confianza al evaluado, por tanto, la claridad frente a lo que se pretende del proceso juega un papel fundamental, buscando no solo ir en la línea de transparencia sino también de la empatía para con el otro.

Finalmente también es importante que se brinde un buen cierre a la puerta que en un momento se abrió, pues ya sea que se seleccione la persona o no, estas deben estar informadas en cada etapa del proceso sobre el estado del mismo, ya que como lo mencionamos anteriormente, la ansiedad y expectativas están presentes durante la participación y es dicho cierre el que le permite en su momento generar aprendizaje, sin desconocer que puede aparecer descontento o frustración, pero es propio del impulso de adaptación al cual estamos sometidos en una constante.

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