En los últimos años se han publicado un sinfín de libros, podcast y documentales acerca del concepto La Inteligencia Emocional, diferentes autores han dado sus conceptos y los han llevado a la cima en diferentes ámbitos, que van desde las organizaciones hasta el conocimiento a profundidad y la cognición ante diferentes situaciones de la vida de los seres humanos.
Pero ¿Qué es la inteligencia emocional?
Daniel Goleman psicólogo estadounidense define que la Inteligencia Emocional « es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía o la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social». Adicional este mismo autor expone como principios y fundamentos propios de la inteligencia emocional el conocimiento de las propias emociones, el manejo de las emociones, motivarse a si mismo, reconocer las emociones de los demás y establecer relaciones.
La Inteligencia Emocional más que una competencia:
Como profesionales que trabajamos en el área de talento humano, específicamente en selección, nos vemos enfrentados de manera constante a la aplicación de pruebas psicotécnicas que nos ayudan a identificar características y rasgos que nos den indicios de cómo es la reacción de los candidatos ante ciertas situaciones, en que son fuertes y también que tienen por mejorar. Validamos de igual forma esos resultados en una entrevista más profunda y tratamos de apoyar su proceso de crecimiento personal alineando sus habilidades con el entorno laboral en el que se va a desarrollar.
La Inteligencia emocional es más que una competencia, es la forma y la estrategia que tenemos día a día los seres humanos para desenvolvernos en el mundo, es como nos enfrentamos a la sociedad, a nuestros, objetivos, miedos y metas. Es como percibimos, procesamos y ejecutamos las emociones propias y de los demás.
De acuerdo con lo que expone Goleman en sus libros, esta capacidad se aprende y se puede desarrollar y moldear de acuerdo con nuestro contexto de crecimiento y formación. Por eso somos responsables de:
– Identificar nuestras emociones
– Expresar las emociones de manera asertiva
– Mejorar nuestras habilidades sociales
Conclusión:
Día a día prestarle atención y darle un manejo adecuado nos permite ser más empáticos como sociedad, nos permite crecer como seres humanos y mejorar nuestras habilidades sociales y así cada vez que salgamos al mundo lo hagamos con la certeza que estamos apostando por nuestra salud mental.
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